
El general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional, confirmó que las autoridades ya realizaron el cierre de varias cuentas de Twitter y Telegram del ex jefe de las extintas FARC, ‘Jesús Santrich’, luego que se conociera una amenaza contra las dos reconocidas periodistas Claudia Gurisatti y Vicky Dávila.
Según el alto oficial, por orden del mismo presidente de la República se garantizará la seguridad de las comunicadoras, quienes fueron mencionadas por el jefe de las disidencias de las Farc en un video.
“Con motivo de los recientes videos publicados por la ‘Narcotalia’ y ‘Jesús Santrich’, donde se profieren mensajes amenazantes contra el presidente Iván Duque y las periodistas Vicky Dávila y Claudia Gurisatti, me permito informar que ya existen dos noticias criminales con la Fiscalía General de la Nación y la Dijín dentro de un proceso investigativo que debe concluir a la judicialización y ubicación de este delincuente y otros miembros de su estructura narcotraficante”, expresó el general Vargas.
El alto oficial explicó que las amenazas contra Gurisatti, que recientemente fue nombrada vicepresidenta general de medios de comunicación de la organización Ardilla Lülle, y Dávila, directora de la revista Semana, las hizo en vídeos Seuxis Paucias Hernández, alias «Jesús Santrich».
«Se han adoptado todas las medidas de seguridad, para el caso, a fin de garantizar la vida y la integridad de estas reconocidas periodistas amenazadas por Jesús Santrich», dijo el General Vargas.
Al respecto, Dávila dio las gracias en Twitter «a las autoridades por la compañía» y expresó su solidaridad a Gurisatti, mientras que de Santrich dijo: «ojalá lo capturen y lo extraditen a EE.UU. para que pague por sus crímenes, sus amenazas demuestran cobardía. ¡Dios nos cuida!».
El jefe de la Policía añadió que en lo que va de este año se han eliminado 176 perfiles en redes sociales y, de ese total, 59 correspondían a las disidencias de las FARC.
Como se recordará, el 29 de agosto de 2019, Márquez y Santrich anunciaron en un video que regresaban a las armas, alegando una supuesta traición del Gobierno al acuerdo de paz y desde entonces permanecen en la clandestinidad.