12 de junio de 2025

A «Sangre fría»

El asesinato de Eduardo Pinto Viloria, director de Medicina Legal en Barranquilla mantuvo en vilo, por casi una década, a toda la comunidad y a los familiares que reclamaban justicia. Como en la célebre novela de Truman Capote, todo habría sido planeado con pasmosa sangre fría.

POR ANUAR SAAD

Cincuenta y siete años después de la aparición de «A sangre fría», una noticia conmocionó a Colombia: El director de Medicina Legal de Barranquilla, Eduardo Pinto Viloria, fue asesinado dentro de su casa  delante de su esposa por cuatro hombres que, según las primeras versiones, habían ingresado a la vivienda del funcionario con el fin de robarle.

Así como en Holcomb, Kansas, ese pequeño poblado en que los Clutter fueron asesinados y donde el FBI desplegó un intenso operativo de búsqueda, en Barranquilla, casi seis décadas después, la Policía Nacional movilizó dispositivos de inteligencia que culminaron no solo con la captura de tres de los cuatro sospechosos en el asesinato del funcionario, sino que – ¡oh sorpresa!- terminó involucrando a la esposa de Pinto en el homicidio.  

En Holcomb, Dick y Perry, el par de ex convictos, tenían la ilusión de hacer realidad la leyenda que otro preso en la misma cárcel – que había sido trabajador de Herbert Clutter en su granja– les había contado: el dueño de tenía una caja fuerte con 10 mil dólares escondida en su alcoba y que fácilmente podía ser robada.

En Barranquilla, Colombia, más de media centuria más tarde, el chofer de la víctima Johan Enrique Beltrán Ulloque y otros dos hombres  Miguel Ángel González Reales,  y Jesús Antonio Gutiérrez Arrieta, fueron capturados. Una semana después, la esposa del funcionario, Dayana Jassir De la Hoz  fue detenida y enviada a la cárcel como supuesta determinadora del homicidio.

«El asesinato de Eduardo Pinto Viloria  dentro de su vivienda en el barrio Cevillar, en la madrugada del 4 de mayo de 2016 despertó indignación y repudio no solo en Barranquila, ciudad donde se escenificó el terrible hecho, sino que dejó perplejo al país por todo lo que se fue conociendo.» 

Como en los hechos recreados por Capote, aquí también el móvil sería un tesoro: dos seguros de vida que sumaban más de 400 millones de pesos.Solo en 1966  -siete años después de los sangrientos hechos de Kansas y a pocos meses de que la novela viera la luz—Truman Capote dio el título final a la novela: “A sangre fría”, porque escuchó de viva voz de Perry Smith, (el convicto al que Capote suponía incapaz de matar) como él mismo los fue asesinando. 

Lo que se conoció hace ya 10 años a través de los medios de comunicación y de las grabaciones de los celulares sobre el asesinato de Pinto en Barranquilla por parte de los confesos asesinos, es que su esposa, quien apareció en todas las portadas de los diarios “destrozada por el inmenso dolor”, no solo era, según la Fiscalía, la amante del chofer de confianza de su marido, sino la que, fríamente,  (según las hipótesis de las autoridades) ya habría mandado a matarlo, pero al no poder concretarse el crimen, este se planeó nuevamente. Sí, como en la novela, todo fue perpetrado  “a sangre fría”.

El asesinato de Eduardo Pinto Viloria dentro de su vivienda en el barrio Cevillar, en la madrugada del 4 de mayo de 2016 despertó indignación y repudio no solo en Barranquila, ciudad donde se escenificó el terrible hecho, sino que dejó perplejo al país por todo lo que se fue conociendo. 

Las autoridades al momento del asesinato se aferraron a la hipótesis de un robo que había salido mal, pero a medida que se conocieron testimonios y pruebas, la investigación tomó otro rumbo: el 27 de junio de 2016, la Fiscalía capturó a su esposa Dayana Jassir quien al final, como tristemente suele ocurrir en los juzgados del país, fue liberada por la manida ley de «vecimiento de términos».

Pero como en la novela de Capote, al final llegó la justicia. Demoró 10 años para que se reabriera el caso y que se dicatara sentencia ejemplar en contra de Jassir.

En medio de una sociedad que ya por desgracia  ni se inmutaría  por lo que conmocionó a Truman Capote hace 67 años en el lejano y pequeño pueblo de Holcomb donde por un siglo sus 287 habitantes jamás habían sido víctima de asesinato alguno. hoy, la sociedad está permeada por la trastocación de los valores, las noticias falsas, las tendencias influenciadas por redes sociales y menos, cada vez menos, hay apego a esos valores que muchos echamos de menos. Por fortuna para los familiares de la víctima, no solo el título de la obra de Capote fue similar al asesinato de Pinto: también, como en lo que sucedió en Holcomb, como lo que pasó en la casa de Cevillar hace casi 10 años, ambos crímenes, cometidos «a sangre fría»,  terminaron con una sentencia ejemplar.

About Author

Compartir
Compartir