
La movilización se desarrolla en contra de la agenda del mandatario en inmigración, educación y seguridad
Cerca de 2600 actos de protesta “No Kings” (Sin reyes) se desarrollan este sábado en todo Estados Unidos, una masiva movilización contra contra lo que los participantes consideran las tendencias autocráticas y las acciones antidemocráticas del presidente Donald Trump.
Las protestas -grandes y pequeñas, en ciudades, suburbios y pueblos pequeños de todo Estados Unidos- son las más convocantes de este segundo mandato y reflejan la frustración de los opositores a una agenda que Trump ha desplegado con una velocidad sin precedentes desde que asumió el cargo.
Los organizadores sostienen que las políticas del republicano están empujando al país hacia una autocracia.
Las concentraciones comenzaron fuera de Estados Unidos, con un par de centenares de manifestantes reunidos frente a la embajada de Washington en Londres, y unos centenares más reunidos en Madrid y Barcelona.
Tanto en esas grandes ciudades como en Estados Unidos, los manifestantes se expresaron con carteles como “Nada es más patriótico que protestar” o “Resiste al fascismo”, y en muchos lugares parecía más una fiesta callejera.
En ciudades como Portland, por ejemplo, había bandas de música, un enorme cartel que la gente podía firmar con la frase “Nosotros, el pueblo”, que es el preámbulo de la Constitución, y manifestantes con disfraces de rana, que han surgido como un símbolo de resistencia.
Equilibrio de poder
Es la tercera movilización desde el regreso de Trump a la Casa Blanca y la más masiva, y se produce en el contexto de un cierre del gobierno que ha suspendido programas y servicios federales, y que pone a prueba el equilibrio de poder central mientras un agresivo Poder Ejecutivo confronta al Congreso y a los tribunales de maneras los organizadores consideran autoritarias.
Los manifestantes llenaron lugares como Times Square en la ciudad de Nueva York, el histórico Boston Commons, Grant Park en Chicago, el mall de Washington y cientos de espacios públicos más pequeños.
Muchos manifestantes se sentían especialmente enojados por los ataques a las razones de la protesta. En Washington, Brian Reymann dijo que ser llamado “terrorista” toda la semana por los republicanos era “patético”.
“Esto es Estados Unidos. No estoy de acuerdo con su política, pero no creo que no amen a este país. Creo que están equivocados. Pienso que tienen hambre de poder», dijo Reymann, llevando una gran bandera estadounidense.
Los republicanos han tratado de mostrar a los manifestantes como personas muy alejadas de la corriente principal y como una de las razones principales para el cierre del gobierno, que ahora lleva 18 días.
Desde la Casa Blanca hasta el Capitolio, los líderes del Partido Republicano criticaron a los manifestantes llamándolos “comunistas” y “marxistas”. Dijeron que los líderes demócratas estaban subordinados al ala más izquierdista y dispuestos a mantener cerrado el gobierno para apaciguar a esas fuerzas liberales.
“Los animo a ver lo que llamamos la manifestación de odio a Estados Unidos, que ocurrirá el sábado”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. “Veamos quién se presenta para eso”, dijo Johnson, enumerando grupos que incluyen “tipos antifa”, personas que “odian el capitalismo” y “marxistas en plena exhibición”.
Muchos manifestantes respondieron a tales hipérboles con actitudes jocosas, en parte porque dicen que Trump se apoya mucho en la teatralidad, como al afirmar que las ciudades a las que envía tropas son zonas de guerra, dijo Glen Kalbaugh, un manifestante de Washington.
Poco serio y tonto
“Mucho de lo que hemos visto de esta administración ha sido tan poco serio y tonto que tenemos que responder con la misma energía», dijo Kalbaugh, quien llevaba un sombrero de mago y sostenía un cartel con una rana.
Varios miles de personas se reunieron desde antes del mediodía en Times Square, coreando “Trump debe irse ya”, y ondeando carteles, algunos de ellos con palabrotas, con eslóganes insultantes para el presidente y condenando su imposición de medidas contra la inmigración. Algunas personas llevaban banderas estadounidenses.
El médico familiar retirado Terence McCormally se dirigía al Cementerio Nacional de Arlington para unirse a otras personas que cruzaban el Puente Memorial que entra a Washington directamente frente al Monumento a Lincoln. Dijo que el reciente despliegue de la Guardia Nacional lo hizo ser más cauteloso con la policía que en el pasado.
“Realmente no me gustan los ladrones y estafadores y fanáticos religiosos que tratan de usar el país» para su beneficio personal, dijo McCormally, “al tiempo que matan y lastiman a millones de personas con bombas”.
“Grandes manifestaciones como esta dan confianza a las personas que han estado al margen, pero están listas para hablar», comentó el senador demócrata Chris Murphy.
Ezra Levin, cofundador de Indivisible, uno de los organizadores clave de las marchas, señaló por su parte que “no hay mayor amenaza para un régimen autoritario que el poder del pueblo patriótico”. En abril, la marcha nacional contra Trump y el millonario Elon Musk, entonces su mano derecha, se dio en 1300 sitios. En junio, para el primer día de “No Kings”, se dio en 2100 sitios.
Desde que Trump asumió el cargo hace diez meses, su gobierno ha intensificado la aplicación de la ley de inmigración, se ha movido para recortar la fuerza de trabajo federal y ha rebajado la financiación de las universidades de élite por temas como las protestas pro-palestinas contra la guerra de Israel en Gaza, la diversidad en el campus y las políticas transgénero.
Los residentes de algunas grandes ciudades han visto al presidente enviar soldados de la Guardia Nacional, argumentando que son necesarios para proteger a los agentes de inmigración y ayudar a combatir la delincuencia.
El senador independiente Bernie Sanders y la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez respaldan las marchas, al igual que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que perdió las elecciones de 2016 frente a Trump. Una serie de celebridades también apoyan el movimiento.
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