Junior: ecos de una eliminación

POR ANUAR SAAD

Lo de ayer martes en el estadio Metropolitano donde el cuadro tiburón se jugaba la vida en la Copa Libertadores contra un muy limitado Colo Colo de Chile, es la máxima expresión del Junior siendo Junior.

Se la pasan pidiendo que los hinchas acompañen al equipo, pero cada vez que el estadio se llena, el equipo rojiblanco empata o pierde. La decepción esta vez no pasará tan fácil como en otras ocasiones. Las directivas insistieron e insistieron en un técnico mediocre, que se encontró un título, al que le armaron, en el papel, uno de los mejores equipos del país. Pero Arturo Reyes no puede dar más: es limitado.

Pero hablar del desastre que es Reyes como técnico (porque lo es) NO exime de la responsabilidad a los jugadores. Charà, Cantillo, Pérez, Enamorado, Herrera, Cariaco, son este semestre la peor versión de ellos mismos. Junior genera y crea poco. Para colmo, cuando al fin lo hace, desperdician los goles.

¿A qué juega el Junior? No creo que alguien pueda contestar a esa pregunta. Parece que jugara ‘a lo que salga’ a pesar de que tiene «al mejor director técnico en preparar los partidos y entrenar», como se auto definió sin vergüenza el ‘monstruo’ Arturo Reyes.

La defensa de Junior es un espanto. Pérez, es ahora más troglodita y limitado que antes. Herrera no le da seguridad a nadie y solo Fuentes y Olivera salvan la partida, pero también son víctimas y cómplices de los goles que les hacen en cada partido por juego aéreo. Increíble que un técnico que ve esa debilidad (supongo que debe verla) no trabaje con el equipo para fortalecerlo en el juego aéreo. ¿Y Enamorado? El amor por Enamorado se acabó. Es un correntón que ya no desborda a nadie y cuando lo hace, los centros no tienen destinatario. Lo peor: cuando encara al arquero, jamás la mete. ¿Se le olvidó el fútbol o siempre fue un espejismo?

.Esta eliminación ante un equipo bastante regularcito como Colo Colo (llegó dos veces en todo el partido y anotó) debe tener consecuencias. Y la primera salir, por fin, de Reyes y de todo su cuerpo técnico y físico, y traer un entrenador al que no le quede grande el puesto. A uno que no le de miedo exigir. Que los ponga a sudar en los entrenamientos y que no se acobardó en los grandes retos, como ayer, que la mayoría estaban ‘asustados’. Y apenas se acabe el semestre, se debe hacer un profundo espulgue: sacar lo que haya que sacar y contratar nuevos jugadores donde se necesitan con la lección aprendida: NO más reciclaje.

Las segundas partes jamás son buenas. No volver a traer lo que ya había estado acá. Ahora, en medio de esta vergonzosa eliminación, lo único que podra medio apaciguar los ánimos de la hinchada, es que el equipo salga campeón jugando bien. Pero, para que eso se de, hay que contratar un técnico que sepa de eso: de jugar bien. Porque para Reyes, el limitado, eso es misión imposible.