
La vergüenza, la impotencia y la rabia se tomó al Metropolitano de Barranquilla. Lo que todos presentíamos pero nadie se atrevía a decir en voz alta, pasó. Porque la verdad, dentro del alma de cada uno de los colombianos había una vocecita que nos decía que con este fútbol, con ese técnico cobarde, mediocre y perdedor (que dejó eliminado a Chile) no íbamos a lograr nada.
Pero la pasión era más grande que la razón y creíamos que hoy se rompía el maleficio y Colombia golpearía a Perú para sacarse de encima ese maldito ayuno de gol.
Pero al filo del minuto treinta del primer tiempo, el dejavú, nos llegó. Era más de lo mismo. Puro desorden, algo de enjundia, pero cero técnico. Cero creación. Cero convicción de equipo.
Y con el pasar de los minutos, lo que creíamos una pesadilla, se fue tornando en la más terrorífica realidad. Cambios erráticos, poca disposición y disciplina técnica, desidia y falta de enjundia, gritaban que el ayuno de gol seguiría.
Pero todo fue peor: el estadio Metropolitano quedó en silencio. Al minuto 85, como un balde de agua fría, un contragolpe de los peruanos puso en duda la llegada de Colombia a Qatar.
El autor del único gol en este duelo de Eliminatoria fue Edison Flores. El peruano le ganó en velocidad a Yerry Mina y, después de superarlo, le anotó a David Ospina.
Y fue un castigo a la falta de liderazgo desde el banco técnico y dentro de la cancha.. A un juego sin orden. A la falta de liderazgo y, por qué no, a un equipo que parece no tener tecnico.
Pese a que en el juego Colombia dispuso en la ofensiva de hombres como James, Falcao y Luis Díaz, no pudieron anotar en el arco que defendió Pedro Gallese. Los nacionales completaron 562 minutos sin marcar un gol.
Con este resultado Colombia bajó hasta la casilla sexta con 17 puntos, mientras que Perú entró a zona de clasificación directa, es cuarto con 20 unidades.
A los dirigidos por Reinaldo Rueda les restan los duelos ante Argentina, Bolivia y Venezuela. Después de esta derrota Colombia tiene 12 puntos en juego y están obligados a sumar, por lo menos 7 unidades, si quieren aspirar a estar en continente asiático.
Así las cosas, lo único que aliviaría el futuro, así quedemos eliminados del mundial — que es lo más probable- es que Rueda, si le queda algo de dignidad, renuncie. Que se vaya. Que busque tierra alta como la tanga con su triste récord de haber eliminado, en un mismo certamen eliminatorio a dos selecciones distintas con la anuencia de un oscuro personaje como Ramón Jesurun que mucho daño le hace al fútbol colombiano.
Pero aun queda espera el milagro. Uno que se puede dar, si Rueda, en un arrebato de la dignidad que no tiene, decide dejar el puesto.
Amanecerá y veremos.
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