
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, ha sido asesinado en la madrugada de este miércoles, informó en un comunicado el primer ministro interino de ese país, Claude Joseph.
Joseph emitió esta declaración, que también fue enviada a CNN por el embajador de Haití en República Dominicana, Smith Augustin, quien también confirmó el asesinato a CNN:
“Alrededor de la 1 de la madrugada, en la noche del martes 6 al miércoles 7 de julio de 2021, un grupo de desconocidos, algunos de los cuales hablaban español, atacaron la residencia privada del presidente y lo hirieron de muerte. La primera dama recibió un disparo y está recibiendo el tratamiento necesario”, indica el documento.
El ataque se produjo en torno a la 1.00 (hora local), cuando «un grupo de personas extranjeras no identificados», entre ellos «varios que hablaban español», asaltó la vivienda, según el comunicado recogido por medios locales como la emisora Juno7 y ‘Gazette Haiti’.
Joseph ha condenado este acto «odioso, inhumano y bárbaro» y ha llamado a la población «a la calma». «La situación de seguridad del país está bajo control de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas», ha dicho el primer ministro interino, que confía en que «la democracia y la República vencerán» esta escalada de tensiones.
El asesinato de Moise lleva al límite la grave crisis de seguridad que atraviesa Haití y que amenaza con provocar un vacío de poder, habida cuenta de que el presidente ya llevaba más de un año gobernando por decreto por la ausencia de un Parlamento electo.
Moise había dibujado un calendario electoral que ha ido variando sobre la marcha, a medida que ha empeorado la situación del país más pobre del hemisferio occidental. Inicialmente, se había convocado en abril un referéndum para reformar la Constitución, pero la incertidumbre derivó en un primer aplazamiento a junio y, después, hasta el 26 de septiembre, coincidiendo con la primera vuelta de los comicios legislativos y presidenciales.
La incertidumbre se ha extendido también al Gobierno, cuyas riendas asumió Joseph de forma interna el pasado mes de abril. Esta misma semana, el presidente había designado como nuevo primer ministro a Ariel Henry, un antiguo responsable de Interior al que encargó, entre otras tareas, «solucionar el flagrante problema de la inseguridad y apoyar al Consejo Electoral para la realización de las elecciones generales y el referéndum».
La crisis política y de seguridad ha derivado también en un empeoramiento de la situación humanitaria, especialmente en la zona de Puerto Príncipe, donde unas 18.100 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por el repunte de la violencia, 14.700 de ellas en el último mes, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unida
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