Hoy se conmemoran 36 años de la tragedia de Armero, la administración municipal tiene una variada programación que incluye una ceremonia litúrgica presidida por el Obispo del municipio del Líbano, José Luis Henao, en el Parque de los Fundadores a las 11:30 de la mañana.
Habrá una ofrenda floral, un minuto de silencio, revista aérea, muestra cultural entre otras actividades que se tienen previstas para rendir homenaje a los más de 25 mil armeritas que perdieron la vida por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz el 13 de noviembre de 1.985.
Según Hernán Darío Nova, director del Centro de Visitantes de Armero, se espera que más de cinco mil personas asistan al Campo Santo.
“Es un momento para el encuentro, para que la gente de Armero que quedamos esparcidos por toda la geografía de Colombia nos volvamos a reunir”, sostuvo Nova.
Por otra parte, el alcalde de Armero Guayabal, Medardo Ortega, afirmó que luego de más de tres décadas de olvido del Gobierno Nacional, el municipio le está apostando al turismo religioso como fuente de ingresos.
“Los armeritas fueron olvidados, abandonados después de que lo perdieron todo, en 1.986 declararon a Armero Guayabal como cabecera municipal, es un municipio que no tiene empresas, que no tiene industrias, que realmente no era el pujante como la ciudad blanca, como lo era el Armero antiguo, hoy le estamos apuntado al turismo religioso, donde queremos volver al Parque de la Vida, hemos estado muy atentos con el tema del geoparque”, dijo Ortega.

A las 12:20 del mediodía habrá un minuto de silencio para recordar a las víctimas de esta catástrofe natural.
Según declaraciones dadas a El Tiempo por diferentes familias sobrevivientes que residen en Ibagué, Tolima, “En Bogotá y todos los rincones del país vivimos miles de damnificados que hace 36 años salimos a buscar una mejor vida, pero cada 13 de noviembre volvemos a Armero para recordar los seres queridos que perdimos en un segundo”.
Por su parte, Ana María, una anciana que vivía en los alrededores del parque Los Fundadores, de Armero, recordó que “el 14 de noviembre, día siguiente del desastre, los cadáveres los recogían en volquetas, los cuerpos sin vida se contaban por montones que sepultaban en una fosa común del cementerio, pero se llenó y entonces a muchos los quemaron para evitar epidemias”.
Muchas de estas personas que se encuentran por todo el país, todavía siguen esperando ayudas prometidas en el momento de la tragedia por el gobierno de turno y por los subsiguientes; promesas que se quedan en actos simbólicos, decretos y simples palabras, pero que, hasta la fecha, no llegan a la realidad de los afectados.

Tienes que leer
Ley seca en algunas ciudades este sabado por elecciones juveniles
No pueden imponer multa a vehiculos que no transiten y tengan Soat y tecnomecánica vencidos
Petro aseguró que Estados Unidos descertificó a Colombia