
- BBC News Mundo
Un avión de American Airlines y un helicóptero militar chocaron y cayeron al río Potomac, cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington DC, la noche del miércoles 29 de enero.El avión transportaba a 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que tres soldados del ejército estadounidense iban a bordo del helicóptero Black Hawk.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó en una rueda de prensa que no hay sobrevivientes del accidente.
Por el momento se han recuperado más de 30 cuerpos del avión y uno del helicóptero, según informó en una rueda de prensa John Donnelly, jefe del Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia en Washington DC.
Las cajas negras del avión han sido recuperadas, según le dijo una fuente a la cadena CBS News, aliada de la BBC en Estados Unidos.
Ahora serán analizadas en el laboratorio del Panel de Seguridad en el Transporte cerca del lugar del siniestro y se espera que arrojen luz sobre las causas.
En la noche del jueves, aproximadamente 24 horas después del accidente aéreo, los buzos detuvieron sus esfuerzos de búsqueda y recuperación en el río Potomac debido a las peligrosas condiciones del agua.
El viernes comenzarán búsquedas adicionales para «localizar componentes de la aeronave» con el fin de apoyar la investigación en curso y «comenzar las operaciones para salvar la aeronave».
Los barcos permanecerán en el lugar durante la noche por motivos de seguridad y para facilitar las «búsquedas en la superficie» por parte de las autoridades estatales y federales.
Los investigadores aún no han identificado la causa del incidente.
Qué pasó
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) informó que el avión regional Bombardier CRJ700 chocó con el helicóptero cuando se acercaba a la pista alrededor de las 21:00 hora local (02:00 GMT del jueves).
El vuelo 5342 de American Airlines cubría la ruta de Wichita, Kansas, a Washington DC.

«Trabajaremos incansablemente para averiguar qué sucedió», expresó Trump, que ofreció sus condolencias a las víctimas y anunció la apertura de una investigación sobre el suceso a cargo de la FAA, la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y el ejército de EE.UU.
A la espera de que esto suceda, el mandatario ofreció algunos comentarios sobre la información que hay por el momento sobre la posible causa del accidente.
Afirmó que el avión estaba «haciendo todo correctamente» y en su ruta habitual pero «por alguna razón» el helicóptero se encontraba a la misma altura y «en un ángulo increíblemente malo».
«El helicóptero estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado y ocurrió una tragedia», sentenció, tras aludir a una «confluencia de malas decisiones que fueron tomadas» en los segundos cruciales antes del choque.
También sugirió que el accidente podría vincularse a las políticas de inclusión y diversidad en aeropuertos de su predecesor, Joe Biden, aunque no ofreció evidencias que sostengan esta hipótesis.

Comienza la investigación
Todd Inman, miembro de la junta de la NTSB y portavoz de la investigación, indicó que tratarán de emitir un informe preliminar dentro de 30 días y el informe final llegará cuando se hayan «completado todas las investigaciones del caso».
Para esclarecer lo ocurrido, la agencia formará varios grupos de investigadores que trabajarán en la reconstrucción del accidente, analizando las acciones de la torre de control, el helicóptero militar y el avión de pasajeros.
Inman explicó que se evaluarán las acciones tomadas por la tripulación, considerando los factores que pudieron haber influido como «error humano incluyendo fatiga, medicación, historial médico, entrenamiento, carga de trabajo, equipos, diseño y entorno de trabajo».
Jennifer Homendy, también de la NTSB, aclaró ante la prensa que no es inusual que demore el proceso de hallar las cajas negras, que aparecieron horas después.
Consultado sobre los procedimientos de los helicópteros en la zona, el portavoz explicó que Washington DC tiene «una especie de entorno único» con rutas específicas para helicópteros y un «sistema muy bien definido» para gestionar el concurrido tráfico aéreo.
Según Inman, el helicóptero involucrado en el accidente estaba transitando de la pista uno a la cuatro como parte de su procedimiento normal.
Por otra parte, el diario The New York Times aseguró haber accedido a un informe interno de la Administración Federal de Aviación que indica que la situación del personal en la torre de control que gestionaba el tráfico aéreo en ese momento «no era normal» ya que había un solo controlador para helicópteros militares y aviones en lugar de dos como suele ser habitual.

La recuperación de cuerpos
«Estamos en contacto con las autoridades y ayudando con los esfuerzos de respuesta de emergencia», declaró American Airlines en un comunicado, poco después del accidente.
El director ejecutivo de la aerolínea, Robert Isom, expresó su «profundo dolor» por la colisión y señaló que «nuestro objetivo ahora mismo es hacer todo lo que podamos para apoyar a todos los afectados», dijo en una rueda de prensa conjunta con las autoridades.
Desde el mismo aeropuerto, la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, calificó el evento como «muy trágico».
Bowser explicó que los servicios de emergencia de toda la región metropolitana de Washington están «trabajando diligentemente» en «condiciones muy oscuras y frías» para ejecutar la operación de rescate en el río Potomac después del accidente aéreo, y agradeció sus «esfuerzos heroicos».
Sin embargo, tras horas de rastreo, las autoridades lamentaron en una rueda de prensa a primera hora de la mañana del jueves que las tareas de los servicios de emergencia habían pasado «de ser una operación de rescate a una de recuperación (de cuerpos)», señaló Donnelly.
En el lugar podían verse miembros de los equipos de rescate trepando por los restos del avión que sobresalen del agua.
La alcaldesa añadió que personal de American Airlines está en el aeropuerto hablando con las familias.
Entre los pasajeros había deportistas, entrenadores y otros miembros de la federación de patinaje artístico de EE.UU. que regresaban de un campamento de formación, lamentó el organismo en un comunicado. También había dos patinadores rusos y otros ciudadanos de esa nacionalidad, informó el portavoz del Kremlin.

Las dudas sobre las causas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que se mantiene «completamente informado sobre el terrible accidente».
«Que Dios bendiga sus almas», señaló en un comunicado. «Gracias por el increíble trabajo realizado por nuestros socorristas. Estoy monitoreando la situación y proporcionaré más detalles a medida que surjan».
Posteriormente, el mandatario publicó un mensaje más crítico en su plataforma Truth Social.
«El avión estaba en una línea de aproximación perfecta y rutinaria al aeropuerto», escribió Trump.
«El helicóptero estuvo yendo durante un largo rato directo hacia el avión. Es una NOCHE CLARA, las luces del avión estaban encendidas.
«¿Por qué el helicóptero no subió ni bajó, ni giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión?
«Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. ¡¡¡NO ESTÁ BIEN!!!», lamentó.

Un funcionario que habló bajo condición de anonimato con la agencia de noticias Reuters dijo que no había ningún alto funcionario en el helicóptero.
El helicóptero, un Sikorsky H-60, había despegado de Fort Belvoir, en Virginia.

El flamante secretario de Transporte, Sean Duffy informó que el fuselaje del avión de American Airlines estaba boca abajo y partido en tres secciones.
Tanto el avión de pasajeros como el helicóptero seguían un «patrón estándar de vuelo», dijo Duffy.
«El helicóptero era consciente de que había un avión en la zona», declaró, no obstante, el secretario de Transportes, quien no quiso entrar en demasiado detalle sobre la información que maneja la Administración Federal de Aviación.
«Es evidente que algo ocurrió», afirmó, y añadió que se sabrá más a medida que avance la investigación.
«No descansaremos hasta que tengamos respuestas para las familias y para los americanos», prometió Duffy.
El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, indicó que los socorristas de todo el norte de Virginia, Washington DC y Maryland se han movilizado en respuesta al accidente en el río Potomac, que marca el límite entre DC y Virginia.
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