16 de abril de 2024

Estados Unidos: entre la zozobra económica y política

El desempleo es un molesto moscardón que sigue zumbando en la oreja de los Gobernadores y los Congresistas, especialmente de estos últimos, en que la mayoría de ellos tienen que ir a elecciones este año para renovar sus mandatos.

Por Ricardo Rocha, Especial para Hora en Punto

Miami. Julio 31 2020.

En Enero la idea prevaleciente en los Estados Unidos de América era, que a estas alturas de 2020, la conversación sería por las cifras de las encuestas la sobre preferencias electorales. Pero en febrero hubo los primeros atisbos de que algo andaba mal, mientras el Presidente le aseguraba al público que no había razones para alarmarse. 

 La idea que se transmitía desde el alto gobierno, era que los males que azotaban a China se quedaron allí. Era, según se decía, consecuencia de la  dieta omnívora de los orientales y especialmente de los chinos. Casi era  presentada como una enfermedad derivada de practicas culturales lejos de occidentales.   Cuando el mal atacó a New York City el gobierno federal le  prestó poca atención, aunque el Gobernador Cuomo se puso al frente, no halló eco en el ámbito federal y por el contrario no faltaron las críticas del  Presidente quien se negaba a dar crédito a lo que estaba sucediendo.

  Pese a las objeciones de funcionarios del gobierno hubo que ir  cerrando negocios con la idea de tener algún control de la población y  evitar que el mal siguiera extendiéndose. Cuando se logró poner algún orden, el daño estaba hecho. No quiere decir  eso que si se hubiese cerrado mas temprano no habría tenido impacto  negativo pero lo mas probable es que habría sido menor.    

Primero fueron los despidos de los trabajadores de restaurantes y otros servicios y bien pronto, fue toda la ciudad. Después siguieron Los Angeles, San Francisco y otras ciudades. A eso hay que añadirle el hecho de la insistencia presidencial en no reconocer los hechos. Esa posición de no admitir que  había una crisis, terminó teniendo consecuencias negativas aun en la  economía.  Y en un entorno de crisis los primeros puestos de trabajo son  aquellos que pagan pequeños salarios. Igualmente son este tipo de trabajadores los más vulnerables por diversas razones.

  Ala fecha de hoy, en el mercado laboral hay 30 millones de trabajadores, justo en el momento en que expiran las medidas de protección económica que se tomaron al principio de la crisis: un pago de 600 dólares semanales más el subsidio de desempleo. Ahora está pendiente de si el gobierno y el Congreso pueden ponerse de acuerdo para extender el programa. Lo más probable es que sea reanudado puesto que el Presidente tiene interés en que se haga.
     Pero las noticias no son buenas, este Jueves se informó que en el segundo trimestre hubo una caída de 32.7% de la actividad económica.
El problema es que Estados como Florida, Texas, Arizona y otros que decidieron reabrir los negocios hace un par de semanas han tenido graves regresos de los contagiados. Eso hace temer que por lo menos unos 14 Estados se vean abocados a cerrar negocios mientras superan la crisis por nuevos casos.


    El desempleo es un molesto moscardón que sigue zumbando en la oreja de los Gobernadores y los Congresistas, especialmente de estos últimos, que este año la mayoría de ellos tienen que ir a elecciones para renovar sus mandatos. Se busca reautorizar el pago de los subsidios extras de desempleo que ya se habían otorgado al principio de la pandemia. Senadores Republicanos han indicado que están dispuestos a autorizar tales pagos a los desempleados siempre que a los empleadores se les ponga a cubierto de eventuales demandas en caso de que trabajadores se contagien de Covid-19 en el puesto de trabajo. Aunque lo más probable es que esta exigencia al final sea dejada de lado puesto que los Demócratas se oponen a ella y el Presidente Trump ha dejado saber que eso no es tan importante.
    Texas y Florida podrían ser los casos a señalar para demostrar que política y pandemia es una mixtura explosiva y peligrosa. Ambos Estados tienen hoy la tasa de contagio más alta del país y no podrán reabrir actividades como lo habían prometido los Gobernadores Gregg Abbot y Ron De Santis, respectivamente. Son ahora dos lugares en donde la dolencia se ha expandido sin indicios de cuando se podrá regresar a los hábitos regulares.
   Mientras esto sucedía en la salud pública se juntó el caso de la muerte de William Floyd, un hombre negro que murió en custodia de la policía en Minneapolis (Minnesota) en una acción rutinaria. El problema es que Floyd fue tendido en el pavimento mientras un oficial de la policía le presionaba el cuello con su rodilla contra el pavimento. Eso duro casi por 9 minutos. La situación fue captada en video, y una vez puesto en las redes sociales adquirió vida por sí misma. Primero fueron las protestas en Minneapolis por el Movimiento Black Lives Matter que fueron extendiéndose. Las manifestaciones fueron ruidosas y algunos comercios en esa ciudad fueron incendiados y saqueados, mientras se demandaba retirar los fondos de operación de la policía y procesar a los oficiales responsables. Y eso rápidamente se extendió por todo el país y la impresión que uno se lleva es que el gobierno federal manejo mal el asunto.
     Y cuando las manifestaciones parecían ceder, llegó la noticia de la caída de la economía de casi 33% en el segundo trimestre. Desde luego, es una muy mala en tiempo electoral y es obvio que el gobierno buscará una manera de cambiar el foco de la conversación. Y lo intento de manera impresionante con la sugerencia de que, dada la crisis de salud, el miedo a los contagios las elecciones del 3 de noviembre deberían ser aplazadas para una fecha posterior. Eso fue peor que la caída de un tercio de la actividad económica porque para los críticos del Presidente fue la evidencia de que este no estaría dispuesto aceptar el veredicto de las urnas. Así que ahora tenemos entre manos dos noticias malas: la caída de la economía, el desempleo y la idea de que las elecciones deberían ser pospuestas. En este punto los Republicanos, Demócratas e Independientes, coinciden en que las elecciones deben realizarse en la fecha que llama el calendario. Mientras llegamos a esa, hay zozobra por la inseguridad económica que el desempleo suscita. Si las elecciones fueran hoy lo más probable es que el Presidente Trump perdería…pero en política sucede lo que en baseball que el juego termina con el ultimo out. Y este caso ese último out, no es otro que el veredicto de las urnas.

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