7 de diciembre de 2025

¿Qué pasará con mi suscripción de HBO tras la compra de Warner por Netflix? Preguntas y respuestas de una operación histórica

En un solo movimiento, Netflix se convertirá de la noche a la mañana en el único contendiente capaz de hacer sombra a Disney. La compra de Warner Bros consagrará a la plataforma de streaming con un imperio del entretenimiento centenario capaz de remover los cimientos culturales de Occidente. Cine, videojuegos, series, animación, merchandising y una colección de franquicias engordarán a la líder de la producción digital del planeta por el ‘módico’ precio de 83.000 millones de dólares.

El coloso del ocio digital, cuya plataforma de vídeo bajo demanda se ha convertido en el principal enemigo tanto de la grande como de la pequeña pantalla, ha dado un salto de vértigo con la adquisición de una major de Hollywood. Todavía quedan muchas preguntas por responder en el horizonte, pero estas son las más importantes que se abren en la industria audiovisual.

¿Qué catálogo tiene Warner Bros?

La compañía es uno de los estudios legendarios que han dado forma al mito de Hollywood. Su cartera de cintas, probablemente el mayor tesoro que adquiere Netflix junto al personal que le da forma, tiene más de un siglo de antigüedad. Entre las franquicias modernas más relevantes destacan las adaptaciones del mundo mágico de Harry Potter y de los cómics de DC, con Batman como el superhéroe con más interpretaciones en la gran pantalla.

En su porfolio se encuentran cintas que han moldeado el cine y la cultura de Estados Unidos, especialmente en la segunda mitad del siglo XX. Netflix adquiere obras consagradas como Todos los hombres del presidente, La vida de Brian, Los Goonies, Mad Max, Blade Runner o Loca Academia de Policía, por citar algunos ejemplos, que construyeron gran parte del imaginario de cine de acción, ciencia ficción, comedia, thriller político o situación familiar.

En el apartado de la animación, Warner Bros guarda en sus archivos la única franquicia que pudo rivalizar con Mickey Mouse y sus amigos: los Looney Tunes. Aunque Bugs Bunny no cuenta hoy con la fama que tiene el ratón más célebre del mundo, es un contenido que puede revitalizar Netflix gracias al poder que tienen en las plataformas para resucitar viejas franquicias. La propia Disney lo ha vivido con firmas como Lilo & Stitch.

Pero los estudios de los Warner tienen en su poder una cartera de personajes que harían las delicias de cualquier parque temático. Franquicias como Scooby-Doo, Los Picapiedra, Los Pitufos, Tom y Jerry o el Oso Yogui engordan gran parte de la división de animación de Warner Bros.

En el plano de las series, Netflix vence a quien durante años luchó por arrebatarle el trono comprando todo su catálogo. HBO Max pasa ahora a manos de la gran N con varias de las franquicias más importantes de la historia de la televisión, tanto analógica como digital. Su paladín es un coloso del entretenimiento que puso de rodillas al mundo: Juego de Tronos, el fenómeno seriéfilo más importante de la historia audiovisual nacido a partir de las novelas de George R. R. Martin, alcanzó una popularidad que le ha llevado a extender el mito (y los ingresos) durante años con contenido adicional como La Casa del Dragón o merchandising con relevante éxito. A ella se le deben sumar clásicos como Los Soprano, The Wire, Sexo en Nueva York o Hermanos de Sangre, entre otras.

La compra de Warner Bros representa la llegada de Netflix al mundo de los videojuegos. La mayor parte del contenido que poseen son adaptaciones de franquicias cinematográficas consagradas como algunos juegos de El Señor de los Anillos, la saga Batman Arkham o Hogwarts Legacy. Pero dentro de los estudios de videojuegos también se encuentran títulos como la saga Mortal Kombat, una de las más emblemáticas de la historia de los videojuegos, o las adaptaciones de Lego, que han supuesto la consagración de los juguetes daneses en el mundo digital.

¿Por qué Netflix compra ahora Warner Bros?
Con este movimiento, Netflix marca dos diferencias muy reseñables en su estrategia histórica. Por un lado, se consagra con un imperio multimedia que rivalizará con los principales actores de Hollywood, particularly Disney. Por otro lado, rompe una tendencia histórica de la compañía, que había construido su negocio sin grandes adquisiciones, sino con un crecimiento orgánico de las suscripciones y las producciones. «A lo largo de los años, hemos sido conocidos por ser creadores, no compradores. Contamos con programas y películas increíbles y un excelente modelo de negocio», ha explicado Ted Sarandos, CEO de Netflix, en una ronda de preguntas de los analistas. «Pero esta es una oportunidad única».

Los analistas han preguntado directamente a Netflix por las sinergias creativas y de costes que se ganan en esta adquisición. Sarandos ha explicado que, desde Netflix, quieren explorar formas de ampliar los universos cinematográficos más allá de lanzar taquillazos. «Un buen ejemplo creo que es que, antes de Miércoles, La Familia Adams probablemente no tenía apenas valor para Metro-Goldwyn-Mayer». La serie paralela sobre el personaje de Miércoles se ha convertido en uno de los mayores éxitos de la plataforma de los últimos años.

Si ya el dardo contra MGM no era suficiente, cargó directamente contra los responsables que ahora compra: «Otros ejemplos serían algunas de las primeras iniciativas del universo DC, como The Penguin, que podrían haberse convertido en grandes series de televisión».

En cuanto a ahorro, el director financiero de Netflix, Spencer Neumann, ha hablado de una disminución de costes de unos 2.500 millones de dólares. «Sobre todo, habrá ahorros en áreas de soporte del negocio, donde hay solapamiento, y en las capacidades tecnológicas. Habrá cierta eficiencia en el contenido con el tiempo, pero esa no es la parte principal de los ahorros».

¿Netflix cambiará la política de estrenos de Warner Bros?

La operación toca uno de los pilares de la industria del cine: las salas. Netflix ha mantenido una relación de amor y odio con los estrenos cinematográficos. Netflix quiere su Óscar de Hollywood a mejor película. Todavía no lo tiene. Lo ha rozado con Roma, de Alfonso Cuarón, y El poder del perro, de Jane Campion, quien obtuvo el premio a la Mejor Dirección. Pero claro, para aspirar a la estatuilla, sus producciones tienen que pasar por el cine. Literalmente.

La compañía se ha negado tradicionalmente a grandes estrenos y en ocasiones ha limitado la exhibición de sus películas originales, para explotarlas en su plataforma. Ted Sarandos, uno de los consejeros delegados de Netflix, ha asegurado en la call con analistas que Warner Bros seguirá con la misma política de exhibición. «A día de hoy, podéis contar con que todo lo que está previsto para ir a salas a través de Warner Bros seguirá yendo a salas a través de Warner Bros. Y las películas de Netflix seguirán la línea actual, donde algunas tienen un pase corto en cines antes».

¿Se va a mantener la marca de Warner Bros y HBO?

Los directivos de Netflix aseguran que a corto plazo HBO y Warner Bros seguirán operando como hasta ahora. La compañía ha puesto en valor el potencial de la marca HBO y sus producciones. De momento, los directivos lo ven como un servicio o hub dentro del ecosistema de planes de Netflix, aunque sin detallar aún la arquitectura final.

Disney, que ha pasado por este proceso de digerir franquicias potentes como Star Wars o Pixar, sigue manteniendo las marcas diferenciadas dentro de la plataforma. Pero también el nombre de los estudios a la hora de producir películas. Marvel, Pixar, 21st Century Fox siguen funcionando como un estudio propio dentro de Disney. Y lo mismo pasa con MGM, el león de la Metro, dentro de Amazon.

¿Y qué pasará con el precio de la suscripción de Netflix y HBO?
Cuando empezaron las especulaciones de la compra de Warner y HBO por parte de Netflix fue una de las grandes preguntas de los usuarios y de la propia industria. En principio, ambas compañías comparten buena parte de los suscriptores. En EEUU y en muchos países europeos, lo habitual es estar pagando varias plataformas.

Netflix es la plataforma de pago más usada en EEUU. El informe de Pew de 2025 la sitúa como el servicio de streaming más común entre adultos estadounidenses, pero el punto clave es que la mitad de los hogares paga hasta por cuatro plataformas. La tendencia de consumo no es solo tener Netflix. Es tener varias. Y en principio, los consumidores pueden salir ganando. Por lo menos eso deslizó la compañía a Reuters. Si pagas diez dólares por Netflix y otros diez dólares por HBO, el coste podría ser de 15 dólares con la nueva Netflix. El usuario paga menos y Netflix cobra más. «Vemos una oportunidad real en averiguar cómo traemos los títulos de Warner Bros, de la forma adecuada, a través de alguna combinación de planes y modalidades, para desbloquear el valor de esos activos», ha comentado Greg Peters, coconsejero delegado de Netflix, en el encuentro con analistas.

El asunto no es ninguna tontería. La operación pasará bajo el escrutinio de los reguladores de competencia en EEUU y Europa. La fusión de ambas plataformas supondrá un gigante con más de 450 millones de suscriptores. Al otro lado del Atlántico, preocupa que no pase el filtro de las autoridades por monopolio y en Bruselas no es muy amiga de las tecnológicas estadounidenses. Para obtener el visto bueno, la Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU o la Dirección General de Competencia en la UE puede exigir desde la venta de una parte del negocio, la no entrada en ciertos mercados o, incluso, un compromiso para no elevar precios.

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