
En la tarde de este domingo, un estruendo acabó con la tranquilidad habitual de Candelaria que fue azotada durante varias horas por lluvias acompañadas de fuertes vientos.
Producto de ello, láminas de Eternit de más de veinte casas volaron por los cielos y por lo menos seis arboles fueron derribados por la fuerza del viento.
El vendaval que duró varios minutos logró destechar viviendas, dejando a la intemperie a varias familias, que hoy fueron censadas por la administración municipal para que la Oficina de la Unidad de Riesgo pueda suministrarle las ayudas que en estos momentos necesitan.

Luis Daniel Perea, Secretario de Infraestructura Municipal, manifestó que “Electricaribe quitó el fluido eléctrico para así prevenir un desastre mayor, para poder remover los árboles y empezamos a trabajar en el censo de afectados”.
En un recorrido por el municipio se constató de la caída de varios árboles, pero que no causaron daños que lamentar.
Las autoridades no reportaron lesionados ni víctimas humanas que lamentar, solo daños materiales en cerca de 20 viviendas. Como medida de prevención, Electricaribe quitó el fluido eléctrico para para poder remover los árboles y que se iniciara la labor de censo de afectados.
El funcionario señaló que se tenía pensado utilizar los colegios como albergues ya que no se están utilizando por la pandemia, para darle un lugar seguro donde vivir a los afectados mientras solucionamos el tema de los tejados.