5 de noviembre de 2025

“No quiero nada con Bogotá, nada con los Char, ni con Antioquia”: Petro según revista Semana

En la reunión de ministros que sostuvo el Presidente Petro, en medio de un clima de tensión, una fuente le reveló a la revista Semana que el mandatario se había referido a algunas ciudades de manera cortante: “No quiero nada con Bogotá, nada con los Char, tampoco con Antioquia”, habría dicho Petro en la reunión privada.
A escasos 18 meses de haber comenzado su gobierno, le estalla una crisis ministerial en medio de un escenario que puso al descubierto pujas por el poder en el entorno de sus funcionarios más cercanos.

Según revela el informe de Semana, entre los planes futuros de Petro estaba remover parte de su equipo de máximos colaboradores. Sin embargo, un consejo de ministros adelantado el miércoles 31 de enero en la sala de juntas de la Casa de Nariño terminó por precipitar la decisión.

Según la revista, el mandatario «visiblemente salido de tono, reclamó a sus ministros por los pobres resultados y la baja ejecución presupuestal; prácticamente todos resultaron rajados». Hasta este viernes, Jorge Iván González, director de Planeación, era el sacrificado que había trascendido. Sin embargo, también están el director de la Agencia Nacional de Tierras, Gerardo Vega, y la directora del Invías, Mercedes Gómez. En capilla hay otros nombres.

SEMANA conoció por varias fuentes que estuvieron en el consejo de ministros que la diferencia entre el presidente con González se originó porque Petro insistió en su propuesta de girar millonarios recursos económicos a las juntas de acción comunal y no a los alcaldes y gobernadores para construir carreteras, proyectos de infraestructura y otras megaobras. Solo así –a juicio de algunos líderes de la Colombia Humana– se les cortarían los recursos a los partidos políticos tradicionales y se les restaría capacidad de maniobra para 2026.

“No quiero nada con Bogotá, nada con los Char, tampoco con Antioquia”, habría dicho Petro en la reunión prvada, según narró una de las fuentes a SEMANA.

Los asesores de González, quienes dan el visto bueno a los proyectos, tienen la teoría de que esa estrategia es riesgosa. De hecho, la pobre ejecución presupuestal de 2023 en inversión del 70 por ciento obedeció, entre otras razones, a la propuesta del jefe de Estado. Para los asesores, las juntas comunales no tienen solvencia económica para responder en caso de un hecho extraordinario, no habría responsabilidad compartida con la nación y no tienen experiencia.

La gota que rebosó la copa surgió cuando Petro preguntó a la ministra de Educación, Aurora Vergara, qué pasó con los 500.000 cupos universitarios para los jóvenes en Colombia. Ella respondió que el tema estaba en manos del DNP. González trató de explicar sus avances y por qué, tras varias reuniones con las universidades públicas y privadas, no veía posible alcanzar la cifra, reportó la fuente.

El presidente, incómodo, lo señaló de neoliberal, le dijo que él no estaba acorde con su plan de gobierno y hasta le mencionó que el DNP era una entidad en la que aún estaban funcionarios de Iván Duque, narró el testigo.

González respondió que el presidente rechazaba a los técnicos y prefería a los activistas. “Lo mejor es que yo renuncie, presidente”, le propuso el académico, a quien llaman el Sabio por su amplia experiencia. Petro, sin dudarlo, le respondió que “sí”. En su carta de renuncia, González aprovechó, se sacó una espina y le echó un vainazo.

“El cumplimiento de las metas del Plan de Desarrollo no es posible sin el concurso de todos los alcaldes y gobernadores, y sin el aporte de las organizaciones gremiales”, escribió. Quienes estuvieron en el consejo de ministros entendieron el mensaje.

Prueba del malestar y el mal ambiente en el interior del Gobierno es que tan pronto se conoció la renuncia de González, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, le dijo al país que había salido del cargo por “un grado de agotamiento en su situación física”. Esa versión la desmintió la Oficina de Comunicaciones del DNP. “Jorge Iván González goza de un óptimo estado de salud. Su renuncia no fue motivada por agotamiento ni condiciones de salud”.

En el consejo de ministros, el ambiente se puso aún más tenso cuando Laura Sarabia, directora de Prosperidad Social, y quien le habla al oído a Petro, anunció su carta de renuncia protocolaria. Pocos entendieron las razones que llevaron a Sarabia a tomar la decisión y algunos pensaron que estaba motivando a los demás a seguir su ejemplo.

Varios funcionarios contemplaron la posibilidad de dimitir y darle libertad al jefe de Estado para mover el ajedrez político ad portas del estudio de la reforma a la salud en el Congreso. Por eso –añadió la fuente– se filtró a la prensa la posibilidad de una crisis de gabinete.

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