Lo que menos puedes esperar cuando sales a comprar a un almacén de grandes superficies, es encontrarte con alguien desesperado, apuntandose con un arma en la mandíbula, dispuesto a suicidarse.
Eso exactamente fue lo que vivieron por más de seis horas los clientes del almacén Alkosto de Barranquilla cuando Leonardo Acuña, un hombre de 51 años y pensionado de la policía nacional, ingresó al almacén amenazando con dispararse.
Fueron largas horas de incertidumbre las que se vivieron en el lugar hasta que finalmente, pasadas las siete de la noche del pasado lunes festivo, unidades de la policía nacional lograron desarmar al hombre que exigía la presencia de su ex mujer.
Acuña había ingresado al almacén al mediodía del lunes y luego de pasearse por el lugar sacó un arma con la que empezó a apuntarse provocando terror en la clientela y empleados del lugar.
Los guardas de seguridad del almacén procedieron a ordenar la evacuación del sitio y llamaron a la Policía, la que trató, apoyados con expertos de la institución, de convence al hombre para que entregara el arma.
Horas después, algunos parientes de Acuña, llegaron al lugar para tratar de persuadir a Acuña de desistir de su intento suicida.
Los hechos se hicieron virales en las redes sociales que reproducían los vídeos en que se le veía a Acuña pasearse por los pasillos del almacén apuntandose con el arma en la cabeza.
Se supo que ni su ex esposa ni su hijo (de los que requería su presencia) llegaron hasta el sitio y que los familiares que acudieron no pudieron convencerlo de entregar el arma, lo que motivó aún más a las autoridades para proceder urgente para desarmarlo.
Fue al filo de las siete de la noche cuando Leonardo Acuña fue convencido para que se moviera a otra zona del almacén, la que para las autoridades presentaba mayor facilidad para intentar quitarle el arma
Y fue justamente en las escaleras eléctricas, en que las autoridades pudieron desarmar al hombre.
Acuña permanece desde ayer bajo custodia policial y expertos evaluaban su estado de salud.
Al parecer, los móviles del hombre para intentar acabar con su vida, están ligados al proceso de divorcio que está adelantando.
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