Las víctimas dedicadas a la minería ilegal fueron maniatadas y asesinadas con tiro de gracia
Un grupo especial de la Policía Metropolitana de Santa Marta en coordinación con la Fiscalía General de la Nación y apoyados por tropas del Ejército Nacional llegó hasta el área rural la vereda La Tigra, parte alta del municipio de Ciénaga, para iniciar las investigaciones tendientes a esclarecer el caso en el que cuatro hombre fueron asesinado y otros dos resultaron gravemente heridos.
Las víctimas
Algunos de los fallecidos fueron identificados por las autoridades como Eduar Vertel, de 54 años, su hijastro Héctor de Jesús Pérez Bohórquez, de 17 años, y Deiber Billares Tovar, oriundos y residentes en el municipio de Aracataca.
Las mismas informaciones indican que, el otro está por identificar por parte de las autoridades.
Entre tanto, dos de los mineros que al parecer se hicieron pasar como muertos, a quienes identificaron como Carlos Mario Romo Dita, de 21 años, Juan Ramiro Ramírez Navas, de 26, oriundos de Tucurinca, luego de esperar que los responsables se fueran del lugar, lograron bajar hasta una estación de servicio ubicada sobre la carretera Troncal de Oriente, en donde fueron auxiliados y llevado hasta el Hospital San Rafael de Fundación, en donde fueron dejado bajo observación médica.
Por quitarles el oro
Las primeras versiones indican que las víctimas, quien se dedicaban a la extracción de oro, habrían sido atacadas por un grupo de desconocido para hurtarles una importante cantidad de preciado metal que habían logrado en algunas excavaciones.
Se supo que, varios hombres fuertemente armados los sorprendieron cuando dormían en sus hamacas en las que fueron atados de manos y al parecer torturados para obligarlos a que les dijera dónde tenía guardado el oro.
Se conoció además a través de una fuente informativa que, luego de lograr su cometido los agresores acabaron con sus vidas propinándoles tiro de gracia.
Inspección a los cadáveres
Al sitio de la masacre llegaron los integrantes una comisión especial de Criminalística de la Policía y la Fiscalía para llevar a cabo la diligencia de inspección a los cadáveres que fueron bajados hasta la morgue del Instituto de Medicina Legal de Santa Marta.
*Con información del diario El Informador
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