18 de mayo de 2024

El caso Uniautónoma: cuando gana la Academia

POR ANUAR SAAD

Mi abuela lo solía decir: “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Y de resistencia sí es que sabe la Universidad Autónoma del Caribe que sobrevivió, de forma increíble, a constantes saqueos de sus directivos y rectores, que llevaron a esa querida alma mater a atravesar una de las peores crisis de su historia en la última década.

Y es que después de que en la administración del ingratamente recordado Ramsés Vargas Lamadrid se saqueara a fondo sus arcas, la Uniautónoma quedó tambaleante. Muchos no daban un peso por la supervivencia de la institución asegurando que, por falta de pago de varios meses, los profesores no seguirían trabajando. Pero no fue así.

La lección de resiliencia que enseñaron a Colombia los docentes y trabajadores de la Universidad Autónoma del Caribe mantuvo y aún mantienen en pie a la institución. Son ellos, los profesores, los que construyendo Academia cada día, aún en medio de las necesidades, han hecho posible que la llama del conocimiento en una universidad de más de 50 años siga aún viva.

Bien lo dijo el nuevo rector Jorge Enrique Senior –que en buena hora nombró el Ministerio de Educación en reemplazo de Mauricio Molinares quien salió por la puerta de atrás rodeado de rumores de irregularidades y con varias investigaciones en curso por parte del ente regulador–: “la calidad académica en la Uniautónoma sigue intacta y ello es un reconocimiento al trabajo docente”. Y no es casualidad que el nuevo rector sea un académico de carrera, formado en las aulas de clases en medio de investigación y producción científica. Es que ya era hora de que el destino de una institución cuyo corazón es la enseñanza y el aprendizaje, tuviera al frente a alguien que de verdad sepa y valore los procesos académicos.

Saber combinar el acertado manejo de la Academia con una administración seria, honesta, que funja como apoyo fundamental de la docencia (y no al revés) podrá, con paciencia y buen pulso, salir de a poco de los problemas financieros que aún persisten.

El tono conciliador, de saber escuchar, de llamar a la mesa de diálogo a los distintos sindicatos, el saber rodearse de un equipo administrativo y de Talento Humano que conoce a fondo los procesos de la institución, han logrado que en pocas semanas el aire que se respira al interior de la Uniautónoma sea distinto: de la incertidumbre y el pesimismo, se ha cambiado por una actitud esperanzadora que alienta el trabajo y que crea aún más sentido de pertenencia por la institución que a pesar de las turbulencias, ha seguido firme en el horizonte académico.

Dialogar unos minutos con Jorge Enrique Senior, es como tomarse un tinto con un profesor de toda la vida. Es hablar de conocimiento, de procesos académicos, de estrategias para visibilizar y fortalecer la investigación y, por supuesto, con alguien que sabe como timonear el barco para sacarlo a flote.

Así que cuando en las aulas quieran hacer visible un caso exitoso de resiliencia en Colombia, no duden en poner de ejemplo al valiente cuerpo de profesores y personal administrativo que, a pesar de las adversidades, supo mantener la calidad académica, garantizando con ello que la Uniautónoma siga hoy vigente, generando cada vez más Ciencia para el Progreso.

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