La Institución Educativa Distrital Evaristo Sourdís es el segundo colegio en el que, en menos de un mes, el alcalde Jaime Pumarejo Heins entregó obras de mejoramiento que dignifican el proceso de aprendizaje de los estudiantes.
A estos proyectos, que transforman aulas y espacios académicos deteriorados en espacios renovados, es a lo que le han llamado en Barranquilla la revolución educativa.
Esta institución hace parte de las más de 30 obras focalizadas por la Alcaldía Distrital de Barranquilla para remodelación, ampliación o reparación de su infraestructura, sumado a programas de calidad como lectura y doble titulación.
En 2021, ambas sedes de la institución recibieron intervención en aulas y baños para mejorar el retorno a la presencialidad. Esta vez, en la sede 2, fueron entregadas las obras de mejoramiento de cubierta en 12 aulas, además del mejoramiento de cocina y la sala de informática.
El alcalde Jaime Pumarejo detalló que este es uno de los 13 colegios que se están interviniendo de la misma manera, cambiándoles cubiertas, estructura de la cubierta, redes eléctricas, acabados, entre otras adecuaciones. Adicionalmente, aseguró que “desde hoy ya estamos planificando el próximo paso para que este sea un proceso que cada día ofrece mayor dignidad y calidad a nuestros estudiantes”.
Y agregó que el próximo año llegará el bilingüismo a este colegio para que todos los niños y jóvenes del Evaristo Sourdís se gradúen hablando inglés, así como los estudiantes de los más de 154 colegios públicos de Barranquilla. “Así estamos cumpliendo los sueños de Barranquilla”, expresó Pumarejo.
Con la entrega de los trabajos, esta sede se convierte en la segunda obra entregada de los 13 colegios que están siendo intervenidos por el Distrito, a través de Edubar, para el mejoramiento de su infraestructura educativa durante este año. Lo que significa que pronto más estudiantes disfrutarán de mejores entornos académicos.
Por su parte, para la profesora de Ciencias Naturales, Aixa Manotas, estas intervenciones “son muy importantes para toda la comunidad educativa, dado que los niños se sienten cómodos y felices, sobre todo teniendo en cuenta que en el sector del suroccidente de la ciudad los niños carecen de muchos beneficios, pero el solo hecho de llegar a la escuela y sentirse felices es un avance muy significativo y un paso adelante hacia su bienestar, que sabemos que se verá reflejado en su formación”, señaló.
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