20 de abril de 2024

Vacuna rusa Sputnik tiene eficacia del 92%

Un análisis provisional de los datos del ensayo en fase III de la vacuna contra el COVID-19 de Rusia (Sputnik V) sugiere que un régimen de dos dosis ofrece una eficacia del 91,6% contra la enfermedad sintomática; una protección que en mayores de 60 años es muy parecida y se eleva al 91,8%.

Los resultados preliminares, publicados en The Lancet, se basan en el análisis de los datos de casi 20.000 participantes, de los cuales tres cuartas partes recibieron la vacuna y una cuarta parte un placebo.

El ensayo incluyó a 2.144 participantes mayores de 60 años y la eficacia de la vacuna fue del 91,8% en este grupo: la vacuna fue bien tolerada y los datos de seguridad de 1.369 de estos adultos mayores revelaron que los efectos adversos más comunes fueron los síntomas gripales y la reacción local.

Estos coinciden con la mayoría de los efectos adversos notificados en los otros grupos, que en general fueron también leves; los graves (los que requirieron ingreso hospitalario) fueron escasos tanto en el grupo de placebo (0,4%) como en el de la vacuna (0,2%).

Ninguno, dicen los autores, se consideró asociado a la vacunación; se notificaron cuatro muertes en el ensayo, ninguna de las cuales se consideró relacionada con la vacuna.

En un comentario asociado a esta investigación, Ian Jones, de la Universidad de Reading, y Polly Roy, de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (que no participaron en el estudio), afirman: el desarrollo de la vacuna Sputnik V ha sido criticado por «una premura impropia, atajos o falta de transparencia», pero el resultado que aquí se presenta «es claro y se demuestra el principio científico de la vacunación».

«Esto significa que otra vacuna puede unirse ahora a la lucha para reducir la incidencia del COVID-19», asegura.

La Gam-COVID-Vac o Sputnik V es una vacuna de dos partes que incluye dos vectores de adenovirus -rAd26-S y rAd5-S- que han sido modificados para expresar la proteína S del SARS-CoV-2.

Los adenovirus también están debilitados para que no puedan replicarse en las células humanas y no puedan causar la enfermedad.

Esta técnica se ha utilizado anteriormente y su seguridad se ha confirmado en varios estudios clínicos, recuerda la revista en una nota.

En este ensayo, los participantes recibieron una dosis de rAd26-S, seguida de una dosis de refuerzo de rAd5-S 21 días después.

Según sus responsables, el uso de un vector de adenovirus diferente para la vacunación de refuerzo puede ayudar a crear una respuesta inmunitaria más potente, ya que minimiza el riesgo de que el sistema inmunitario desarrolle resistencia al vector inicial.

«Nuestro análisis provisional del ensayo aleatorio y controlado en fase III ha demostrado una gran eficacia, inmunogenicidad y un buen perfil de tolerabilidad en participantes de 18 años o más», afirma Inna V Dolzhikova, del Centro Nacional Gamaleya de Investigación en Epidemiología y Microbiología (Rusia).

Sólida respuesta de anticuerpos

A los 21 días de recibir la primera dosis (el día de la dosis 2), se confirmaron 16 casos de COVID-19 sintomático en el grupo de la vacuna (0,1%) y 62 casos (1,3%) en el grupo del placebo, lo que equivale a una eficacia del 91,6%, resume el estudio.

La vacuna indujo una sólida respuesta humoral (respuesta de anticuerpos) y una respuesta inmunitaria celular (respuesta de células T) con datos de 342 y 44 participantes, respectivamente

About Author

Compartir
Compartir