La mundialmente reconocida crisis por la que atraviesan las empresas carboníferas en el mundo, debido al uso de otros recursos para producir energía, más la grave situación económica abocada por la pandemia, ha afectado en forma grave la productividad y sostenibilidad del Cerrejón, la mina a cielo abierto en la Guajira colombiana.
Debido a ello, y a las huelgas y bloqueos que han sufrido, la empresa Cerrejón formalizó un anuncio en el que deja entrever que empezará a implementar un plan que han denominado de “transformación de la compañía” dentro del que se contempla un programa de retiro voluntario de empleados, para poder ajustar su estructura al número de personas que la demanda actual del mineral tienen y que la sigan siendo sostenible.
En el comunicado emitido en las últimas horas Cerrejón expresa que pasa por un momento difícil y agrega que por ello es necesario que «…Debemos entender que, si la compañía no opera, perdemos todos. Por eso, más que nunca, tenemos que unirnos, alrededor de la sostenibilidad de Cerrejon, empleados, contratistas, sindicatos y autoridades», afirma en el comunicado.
Como se dijo, la reducción de la demanda en los mercados internacionales hace que la empresa, con el número de empleados que actualmente tiene, pueda ser sostenible. Para que pueda seguir funcionando debe acortar sus provesos y, por su puesto, su personal.
Por ello se puso en marcha “!el plan de transformación que, de manera responsable, asegure la sostenibilidad de la compañía», añaden en la comunicación.
La empresa asegura que durante la pandemia por el Covid19, se pararon las operaciones durante 42 días para implementar las medidas de seguridad necesarias para reducir el riesgo de contagio. A esta realidad se le sumó una huelga de 91 días que detuvo completamente las actividades, incluyendo la exportación de carbón.
«En 2020, en días acumulados, tuvimos más de 32 días de bloqueo, de los cuales, un solo evento fue de 20 días. En 2021, en menos de dos meses, ya hemos tenido bloqueada la vía del tren durante 12 días por una sola protesta que nada tenía que ver con nosotros. Son hechos que no solo tienen un impacto en nuestros costos, sino que también dañan la reputación de la compañía y Colombia como proveedores estables y hace que los clientes internacionales busquen carbón en otros países», manifiesta la empresa.
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