27 de julio de 2024

Joven venezolana rifó una noche erótica y de pasión y el que se ganó la rifa, no pagó la boleta

En un pequeño corregimiento de Sincelejo, llamado Carrizal una hermosa mujer de 20 años de edad y de nacionalidad venezolana decidió hacer una rifa ante la falta de oportunidades para conseguir un empleo y el desespero por no tener dinero para cubrir sus gastos.

La rifa tenía un sugestivo premio: dos canastas de cervezas y una noche de erotismo y pasión con ella. Ante semejante oferta, se vendieron rápidamente las boletas en el pequeño poblado, cada una a diez mil pesos lo que representaría ganancias por un millón de pesos.

A las pocas horas en el pueblo no se hablaba de más nada. Los hombres esperaban ansiosos los resultados de las rifas y sus esposas empezaron a notar que algo raro pasaba con sus hombres. Todos querían estar con «La Mona» como le dicen, pero solo uno sería el afortundo.

Lo increíble de la historia es que la rifa que jugó con el «El Sinuano» se la ganó un labriego que no pagó la boleta y no pudo reclamar el PREMIO MAYOR razón por la cual los compradores de las boletas pedían a la venezolana que repitiera la rifa, pero las esposas de los compradores se enteraron de la noticia y procedieron a buscar las boletas de sus maridos para romperlas y así evitar que sus maridos cobraran el premio en caso de ganar.

nte el escándalo, las mujeres indignadas del pueblo acudieron en masa a la casa de la linda venezolana no con buenas intenciones por lo que la exótica mujer abandonó el pueblo ante el miedo de sufrir una ‘PALOTERAPIA’ Por parte de las 100 mujeres enojadas, que aseguraban que ella quería «robarle a sus maridos.

Carrizal, hasta ahora, sigue siendo foco de un mismo tema de conversación: la mujer que se rifaba por diez mil pesos y que nadie se ganó.

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