Ocho policías fueron asesinados este viernes en la vereda Corozal cerca a Neiva, Huila, en el centro del país. Los uniformados fueron atacados con explosivos y ráfagas de fusil en una emboscada, según reportan medios locales. El atentando ocurrió sobre las 14.30 de la tarde, cuando al paso de un vehículo de la institución fue activado un artefacto, que deja, de momento, ocho muertos. El presidente, Gustavo Petro, rechazó el crimen y anunció una investigación. “Estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total”, escribió en Twitter, apenas unos minutos después de que se confirmó la masacre. Esta noche, el mandatario viajará a la zona, donde se instalará un puesto de mando unificado.
Este año han sido asesinados más de 30 policías en todo el país. Las autoridades han señalado un plan pistola detrás de estos crímenes, que tienen como blanco policías jóvenes, patrulleros y mujeres. El de este viernes ha sido el peor ataque contra la institución bajo el nuevo Gobierno, que empezó su mandato, el pasado 7 de agosto, con el difícil desafío de frenar la violencia en Colombia.
“Rechazo el aleve atentado cometido en la tarde de hoy contra uniformados de la Policía de la subestación de San Luis, Neiva. Toda mi solidaridad con las familias de los 8 servidores asesinados. Las Fuerzas Armadas deben responder con contundencia a este ataque a la paz”, escribió al final de la tarde el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
La Fiscalía ha anunciado que un equipo de peritos y criminalistas viajan a la zona donde ocurrió el crimen, que sacude una vez más a la Policía. Varias horas después del atentado, los cuerpos de los uniformados seguían tendidos en la vía.
“Rechazamos el vil asesinato contra nuestros ocho uniformados. Enviamos un mensaje de solidaridad a su familia y disponemos nuestras capacidades para dar con el paradero de los responsables”, señaló la comandancia de las Fuerzas Militares en un comunicado.
El general, Helder Fernan Giraldo, también se desplaza hacia la capital de Huila, desde donde apoyará el despliegue operacional que se adelanta en el lugar de los hechos.
Luis Fernando Trejos, profesor de la Universidad del Norte y experto en conflicto, explicaba hace unos días que el llamado plan pistola, como se conoce a la orden de un grupo armado de asesinar sistemáticamente a miembros de la fuerza pública, es parte de la estrategia de los grupos armados para reposicionarse ante la llegada del nuevo Gobierno. Las autoridades no han responsabilizado a ninguna organización del ataque, pero en esa región hacen presencia dos disidencias de las extintas FARC.
Colombia cierra una de las semanas más violentas del año. El anterior fin de semana se registraron cuatro masacres, y dos líderes y dos periodistas fueron asesinados. La ONG Indepaz reporta que en 2022 ha habido 72 masacres, 11 desde que Gustavo Petro llegó al poder. El senador Iván Cepeda, que tiene la difícil tarea de aterrizar la propuesta de “paz total” de Petro en el Congreso, ha reconocido esta semana que queda todo por delante. “Debemos redoblar esfuerzos para acabar con la violencia en los territorios”, reconoció.
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