Este jueves, en una reunión del Consejo Directivo de la Conmebol, se confirmó al país como la sede del torneo de naciones más añejo del mundo, a pesar de la delicada situación sanitaria y de orden público. Así está el panorama.
El presidente Iván Duque también le dio la bendición a la Copa América. / Nicolas Galeanoo
Fueron horas claves, también sensibles. Pero la postura se mantuvo firme: en la mañana de este jueves, tras una larga reunión del Consejo Directivo de la Conmebol para definir el futuro de la Copa América, que está pactada para iniciar dentro de un mes en Argentina y Colombia, se ratificó al país como sede del evento, a pesar de sufrir una situación social y sanitaria muy delicada.
En la reunión también se definieron las sedes de las finales de la Libertadores y Sudamericana de 2021: Montevideo. Pero la preocupación es alta con la Copa América luego de lo que ocurrió en Colombia en la noche de este miércoles en la Copa Libertadores.
El descontento social y la desaprobación del pueblo colombiano con la organización del torneo, que a falta de confirmación oficial costaría 12 mil millones de pesos, ha sido motivo de protestas. Y si los duelos de Copa Libertadores de Nacional y Júnior de este miércoles en Pereira y Barranquilla eran un experimento, la prueba no funcionó. Y todo el continente fue testigo.
Versiones extraoficiales indicaban que Paraguay y Chile se podían postular como sedes alternativas, aunque a 30 días del evento, la parte logística también es una incógnita, pues todo debe estar prácticamente listo dos semanas antes.
Gases lacrimógenos en cercanías del estadio en Barranquilla donde jugaban Junior y River Plate. Retraso de una hora del Atlético Nacional-Nacional en Pereira por choques entre manifestantes y policía. La Copa Libertadores vivió momentos de tensión este miércoles por la crisis social en Colombia.
Minutos previos al encuentro en Barranquilla (norte), cuando los equipos se aprestaban a realizar trabajos precompetitivos en el césped del estadio Romelio Martínez, la presencia en el ambiente de gases lacrimógenos llegaron hasta el campo, obligando a los equipos a regresar a los vestuarios.
Uno de los afectados fue el técnico ‘millonario’ Marcelo Gallardo, quien se retiró visiblemente afectado en los ojos por las gases.
El partido, por la cuarta fecha del Grupo D, comenzó en hora, pero cerca de la media hora de juego el árbitro uruguayo Esteban Ostojich paró las acciones por breves minutos para permitir a los jugadores tomar agua y limpiarse los rostros cuando arreciaban en el exterior del estadio los estallidos y los choques.
En Pereira (oeste), adonde Atlético Nacional recibía al uruguayo Nacional, los enfrentamientos entre manifestantes y la policía obligaron al atraso una hora del juego, corriéndose el inicio para las 10 de la noche.
Cientos de manifestantes bloquearon la calle que daba acceso al hotel donde concentraba el ‘Bolso’, impidiendo la salida del equipo al estadio Hernán Ramírez Villegas, por lo que tuvo que intervenir la policía antimotines para dispersar a los protestantes.
Al final Nacional pudo salir del hotel fuertemente custodiado, luego de horas de tensión y pedidos de garantías por la seguridad de la comitiva.
En lo futbolístico, ‘verdolagas’ y el ‘Bolso’ poco ofrecieron de espectáculo clavando el 0-0 en el marcador final.
Colombia vive el estallido social más grave de las últimas décadas, que planea sobre la Copa América 2021 que prevé acoger el país junto a Argentina entre el 13 de junio y el 10 de julio próximos.
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