La supuesta remodelación del aeropuerto Ernesto Cortissoz parece ya un chiste mal contado.
El aeropuerto de Barranquilla, punto estratégico en Sudamérica, parece más una terminal de transporte de ciudad pobre que una terminal aérea.
Ahora, además de todas las críticas que le han llovido a los consecionarios por lo chapucero de su entrega y las quejas a las que el Ministerio de Transporte hace oídos sordos, se le suma otra lluvia, esta vez no de críticas, sino de física agua: el techo tiene goteras y funcionarios tienen que atender, dentro del Cortissoz, con paraguas.
El diario El Heraldo en una noticia publicada este domingo, denuncia esta nueva anomalía del aeropuerto, señala que específicamente en la zona donde se ubican los funcionarios de Migración Colombia, e adónde están las goteras.
luego de que se hiciera público la situación de las goteras dentro del aeropuerto, el alcalde Jaime Pumarejo se pronunció enérgicamente en Twitter condenando la forma en que se entregó el aeropuerto.
El Heraldo señala en su nota que los trabajadores para no afectar el proceso migratorio de cerca de 400 pasajeros que a esa hora estaban listos a viajar, decidieron utilizar sombrillas para evitar que tanto el agente de Migración y los equipos electrónicos dispuestos para realizar la labor de verificación de datos se viera afectara.
A rais de esta lamentable situación Migración Colombia aseguró que la fotografía sí fue tomada en la zona de emigración del aeropuerto de Ernesto Cortissoz que presta sus servicios a la ciudad de Barranquilla, donde se vienen realizando una serie de arreglos por parte del Grupo Aeroportuario del Caribe SAS.
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