POR ANUAR SAAD
Corren nuevos tiempos. Tiempos en que la revolución digital ha llegado a extremos insospechados, esos, que solo creíamos posibles en las películas de ciencia ficción. El uso del internet, las crecientes redes sociales, la Inteligencia Artificial, y la tecnología de punta, dieron un revolcón a la forma de hacer las cosas. Hoy, la competitividad no solo es mayor: es salvaje.
Para no morir en el intento de sobrevivir a la competitividad y estar acorde con los nuevos conocimientos, la educación es la ruta adecuada. Una educación de calidad que le abra las puertas del mundo a los jóvenes quienes, cargados de ilusiones, llegan a las aulas a nutrirse del nuevo conocimiento.
Pero los altos costos de las universidades privadas no hacen posible que el grueso de los aspirantes ingrese a ellas. De ahí la necesidad impostergable de fortalecer la educación pública, gratuita y de calidad.
Y es que no hay duda alguna de que la educación de calidad es un recurso necesario para poder dar la lucha en este competitivo mundo de hoy. Por ello las universidades estatales y distritales deben garantizar que a los aspirantes a cursar una carrera en sus almas mater, se le acredite su enseñanza con los más altos estándares: es el arma que el grueso de los jóvenes en el país pueden esgrimir para abrirse paso, con éxito, en su vida como profesionales.
La transformación del antiguo ITSA allanó el camino para que en la capital del Atlántico se fuera abriendo paso en 2022 la universidad distrital que hoy se conoce como Institución Universitaria de Barranquilla, que no solo fue creciendo en estudiantes matriculados en sus 28 programas de pregrado y 4 posgraduales, sino que ganó en franca lid su reputación como un centro de estudios superiores con altos estándares de calidad.
Hace solo unas semanas, la IUB recibió de manos del Ministerio de Educación Nacional la Acreditación Institucional en Alta Calidad Multicampus, por seis años, a sus sedes en Barranquilla y Soledad (Atlántico). Esto, sin duda, es una muy buena noticia no solo para las autoridades distritales y la directiva de la Institución, sino para sus más de 4.500 estudiantes que hoy se forman dentro de sus aulas de clases en sus distintas sedes.
Para el alcalde Alejandro Char la obtención de esta acreditación institucional no es solo un logro de la Academia, sino un logro de toda la ciudad. “Estamos formando ciudadanos para el mundo. Conectados con nuestras realidades y aquí el gran ganador es Barranquilla porque vamos a tener un recurso humano cada día más preparado, más profesional, más especializado y de alta calidad. Estoy muy orgulloso de los estudiantes y de toda la comunidad académica”, expresó el mandatario al conocer la resolución del Ministerio.
En la IUB, existen 28 programas académicos, de los cuales, 16 se encuentran acreditados en alta calidad. De esos 28 programas 17 pertenecen a la facultad de Ingeniería, 7 a la de Ciencias Económicas y Administrativas y 4 a la facultad de Ciencias, Educación, Artes y Humanidades bajo periodos académicos cuatrimestrales.
La Institución Universitaria de Barranquilla es la primera casa de estudios superiores pública de su tipo, en lograr esta acreditación en el Caribe colombiano, Para su rector, Arcesio Castro, este reconocimiento es el fruto de un trabajo dedicado y en equipo que garantiza una educación bajo la política de gratuidad, pero con calidad y responsabilidad social. “Nuestro compromiso es luchar para que muchos más jóvenes tengan hoy acceso a una educación superior de alta calidad. Porque juntos, lo hicimos posible”.
El fuerte apoyo que el Distrito le brinda a la IUB, habla de la convicción que se tiene de que no hay mejor futuro para los jóvenes de Barranquilla y el Caribe que la educación. Es la mejor forma de ponerse al día no solo con la modernidad y la competitividad, sino que, como lo enfatizó el alcalde Alejandro Char, es esa puerta grande que esos mismos jóvenes traspasarán convertidos ya en verdaderos ciudadanos para el mundo.
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