
Por Anuar Saad
No era la 1 de la tarde del viernes y mientras iba en camino al estadio Elías Chewin aledaño al parque Suri Salcedo en Barranquilla para acompañar a mi hermana a vacunarse, pensaba que la aglomeración y el desorden iban a estar a la orden del día.
Pero lo que encontré fue lo contrario: absoluto orden, puntualidad, excelente atención y un equipo de trabajo de la gente de Medisanitas que con profesionalismo llevaban a cabo la misión más importante en estos tiempos: vacunar contra el covid 19.


De paso, por esa costumbre que tenemos los periodistas de fijarnos en los detalles, hasta en los más pequeños, me cercioré que el remodelado estadio estaba en impecables condiciones. El aire enfriando a máxima potencia, el techo, las gradas y el piso especial, impecables.
A la entrada te agendan un turno y mientras esperas, una profesional de la salud toma tus signos vitales y te hace meticulosas preguntas sobre antecedentes médicos.
-¿Cómo se comportan los pacientes- pregunté por preguntar a la enfermera que atendía los protocolos.
-Si vinieran todos los que agendamos, sería gratificante- dijo ella y agregó:
-Respondieron mejor al llamado a vacunarse los más viejos que los de 70 a 65 . Aunque seguramente en los próximos días vendrán- dijo optimista.
Repasé las caras de los que esperaban el turno en medio de una confortable comodidad dentro de las instalaciones. Todos estaban tranquilos, casi aliviados, de saber que iban a empezar a ser inmunizados contra el virus, ese mismo, que nos está matando.
Así que usted, sí ¡Usted! que está leyendo ahora esta nota, si suena su teléfono o recibe un mensaje citándolo a vacunarse, no lo piense más: ¡A vacunarse! Así salva su vida y ayuda a salvar la de los demás.
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