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Pasar de la informalidad a la formalidad; de sufrir las inclemencias del clima a trabajar en espacios que dignifican el oficio; de convivir con malos olores, a trabajar en un lugar limpio y accesible tanto para los vendedores como para todos aquellos que quieren abastecerse de productos de calidad, con la comodidad, además, de contar con un amplio y cómodo parqueadero, es la realidad del Gran Bazar, la nueva plaza de mercado enclavada en el corazón de Barranquillita y que espera transformar la vida de 700 vendedores de la ciudad.
Esta nueva plaza de mercado tiene a disposición de la ciudadanía y con un área de más de 20.000 metros cuadrados de construcción y que está incluido en el Plan Maestro de Mercados Públicos del Distrito, un importante proyecto que incluye, además, la construcción de nuevos mercados y la recuperación de las plazas minoristas existentes.
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Los beneficios saltan a la vista. Aparte de las comodidades con las que ya gozan los vendedores que dieron el importante paso de trasladarse al Gran Bazar, con él ya está en marcha un plan integral de mejoras del sector, y para ellos se garantizan nuevas vías de acceso que van desde la carrera 42 entre las calles 8 y 9; la calle 9 con carrera 41; la carrera 41B con calle 9, hacia la calle 30; la carrera 42, desde la calle 8 hasta la calle 9, y la calle 9 entre carrera 41 y 42C.
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La experiencia de compra en este nuevo mercado es gratificante. Una comodidad que beneficia tanto al que expone y vende sus productos, como el comprador que llega a abastecerse. Si bien, como todo cambio, trae algunas preocupaciones, los vendedores son optimistas con el futuro inmediato de la nueva plaza de mercado y esperan que en pocas semanas las personas comprueben que allí encontrarán frescura y calidad en los productos, seguridad, comodidad y una excelente atención.
Donaldo Pérez, un vendedor que pasó sus últimos 20 años debatiéndose en las calles para vender sus productos, asegura que sin duda tiene mejores condiciones de trabajo en el Gran Bazar y está convencido que pronto, los vendedores que no han dado el paso de trasladarse lo estarán haciendo.
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“Una De las cosas que me mantiene optimista es la facilidad de ingreso al lugar. Hay varias vías que están habilitadas para una llegada sin traumatismo, sumado a las que están pronto a entregarse. Sabemos que es un cambio y que hay cosas que deben mejorar y ya la Alcaldía está trabajando en ello”, dice mientras señala al grupo de trabajadores que adelantan a toda marcha los trabajos para hermetizar más el techo de la enorme construcción para que las lluvias no vuelvan a afectar el comercio.
El ambiente que se vive dentro de esos 20 mil metros al servicio de la comunidad, se caracteriza por la alegría del barranquillero, el llamado de los vendedores voceando sus ofertas de frutas, verduras, carnes y pescados, especies de todos los tipos y sabores que sin duda complacerá hasta el gusto más exigente.
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A todo ritmo avanzan los trabajos de instalación de alerones en el techo del Gran bazar para prevenir que el agua lluvia se meta en las instalaciones-
Para Manuel, otro de los vendedores que exhibe llamativas mazorcas, auyama y verduras varias, el traslado ha sido “una bendición”. Asegura que el desgaste diario es menos, que se siente protegido y que se convive en medio de amigos que, como él, trabajan a diario por conseguir el sustento para sus hogares. “Aunque aún hay puestos que no están ocupados, seguro en las próximas semanas los que aún no han dado el paso de hacer parte del Gran Bazar, con seguridad lo estarán haciendo”.
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Donaldo es uno de los vendedores que dieron el paso de trasladarse al Gran Bazar donde se han sentido seguros y en mejores condiciones laborales. «El cambio no es facil, hay que adaptarse, pero seguramente en las próximas semanas más vendedores estarán aquí».
Una tranquilidad y seguridad, que también se traslada a los compradores que, como Carlos Insignares, se siente a gusto atravesando la ciudad para llegar a un lugar que le ofrece, además de la variedad de productos, la comodidad que antes en las calles de Barranquillita no tenía.
No hay duda: el Gran Bazar no solo transformará el populoso sector de Barranquillita. Es el lugar donde cada día, se transforman vidas.
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